A veces en la vida te das cuenta que pequeñas cosas como un simple juego, sirven para conocer mejor a las personas.
El teatro no sólo sirve para divertirte y entretener a la gente, si no que también sirve para conocer gente, aprender a valorar algunos aspectos de la vida o interpretar personajes en los que descubres mas valores de los que puedes encontrar en la realidad, si no que también sirve para encontrar amigos.
Hemos compartido muchas cosas, risas, emociones, aplausos, hemos hecho muchos kilómetros juntos… y hemos vivido un montón de aventuras que nos lo han hecho pasar muy bien.
Por tercer año consecutivo hemos jugado al amigo invisible, un juego con el que mediante comunicantes anónimos nos hemos sacado más de una sonrisa y carcajada los unos a los otros en el anonimato.
Anoche, después de unas semanas de bromas y carreras para evitar ser descubierto desvelamos la identidad de nuestros verdaderos amigos invisibles.
No hace falta montar una fiesta ni comprar grandes regalos para pasarlo bien, con cosas sencillas como trozos de papel, unos globos, unos cartones… etc… os garantizo que se pasa “bomba”, ya lo dice nuestro propio nombre: “de cartón”, algo tan sencillo como eso ha hecho que hayamos estado comunicados, unidos y a la vez riéndonos los unos con los otros.
Gracias por vuestros regalos y por las sonrisas que me habéis sacado, como decía Urbano en “La historia de una escalera”, amigos invisibles: “os emplazo” para el año que viene.
Permítanme que le ponga cara al señor de la foto, he aquí una momenténea con la que ha sido mi amiga "visible" 2012, a la que pido mil disculpas por haberla tenido un poco despistada.
Mª Rosario.
