Dentro de la ya considerable colección de diplomas y pergaminos con los que se nos ha ido obsequiando a lo largo de estos años -y que podéis ver colgados en una de las paredes del vestíbulo del cine-teatro municipal- quiero destacar el que anoche nos dio el párroco de
Guadalcanal,
D. Juan Carlos de la Rosa: una teja con una leyenda que aparece en la foto de la izquierda. Con ello daba a entender simbólicamente los fines para los que representamos en la noche del sábado
¡Cómo está el servicio!: ayudar a las obras de reparación de la iglesia de
Santa María de la Asunción. Muchas gracias en nombre de todos, así como al numeroso público asistente.
En cuanto a la función, creo que todos quedaron más o menos satisfechos; todos, menos yo, aquejado por unos terribles mareos y dolor de espalda debidos quizás al nerviosismo o a problemas de tensión arterial. El caso es que no pude disfrutar de la noche como habría sido mi deseo, así como el de interpretar mi papel de Livinio en mejores condiciones. Pido disculpas por ello.
A partir de este lunes quiero ir publicando la amplia galería de fotos que de la primera representación hizo David Portillo. Hoy comparto con vosotros estas otras correspondientes a los momentos previos a salir a escena, en los camerinos y sobre el escenario mismo.
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