"Es muy difícil de explicar..."

Esta frase la pronuncia el personaje de Fernando poco antes de finalizar el primer acto de Historia de una escalera. Y es así: es tan difícil explicar las sensaciones que uno siente tras la representación del sábado... Aunque quizá pueda resumirlas con una simple palabra: orgulloso. Estoy convencido de que todos los integrantes de LA CAJA DE CARTÓN nos sentimos plenamente satisfechos con la puesta en escena del drama de Buero Vallejo el pasado fin de semana en el cine municipal.

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No podría hacer una crónica objetiva del acto aquí, en nuestro blog. Para eso me vais a permitir que os remita a la publicada en el noticiario de la web del Ayuntamiento y que podéis leer pulsando aquí.

Cuando, a primeros de otoño, compré en Sevilla un ejemplar de Historia de una escalera y lo leí del tirón ¡tres veces seguidas!, no podía imaginar que el texto de Buero podría darnos tanto de sí. Aunque a veces "reniegue" de ello, me gusta leer las obras y, a la vez, ir pensando en los compañeros que son los más idóneos para representar cada personaje. En términos generales, todos -algunos con un mayor esfuerzo de caracterización- encajábamos en cada papel, desde mi modesto punto de vista.

Han sido un montón de meses de ensayos, tres veces por semana, pero el "sacrificio" (que tampoco lo es tanto, seamos 'sínceros') ha merecido la pena con creces. Y eso que uno se pregunta momentos antes de salir a escena ¿qué necesidad tengo yo de meterme en estos líos? Os aseguro que, una vez que se pisa el escenario, todo cambia y ya no somos nosotros, sino los personajes que nos han sido asignados y a los que tenemos que dar la vida que el autor imaginó para ellos.

Hoy -que no nos hemos visto-, mientras escribo estas líneas, echo muuucho de menos a mi familia de LA CAJA DE CARTÓN; no es un tópico, sino la más hermosa de las realidades. El local del cine es nuestra segunda casa donde vivimos noches inolvidables que conservaremos para siempre en un rincón de preferencia de nuestra memoria. Pero, lo mejor de todo, es que nada termina con la representación del sábado de Historia de una escalera (que intentaremos repetir en el transcurso del verano); nuestro "trabajo" se centra ahora en otro proyecto del que os mantendremos puntualmente informados.

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[Las fotos de la representación son de David Portillo]