Con un decorado muy sobrio -una simple cama con dosel- los actores y actrices realizaron una interpretación extraordinaria. Si tuviese que decantarme por alguno en concreto, me quedaría con el soberbio trabajo de Granada Berbabé, como Toinette, la criada. Pero, ¿dónde dejamos a Julio Galindo (el enfermo), Juan Antonio Lara, Fernando Ramos o mi buen amigo de instituto en los tiempos de estudiante Antonio Solano? Todos, bajo la dirección de Claudio Martín, que también encarna un pequeño papel en la obra.
En cuanto a la organización, buena. Este año se ha colocado un mayor número de sillas en el graderío, lo que hace más llevadera "la sentada". De todos modos, yo preferí la piedra pura y dura (nunca mejor dicho). Quizás la ruta desde el aparcamiento hasta el propio teatro debería estar iluminada con focos dirigidos hacia el propio camino y no hacia el cielo.
Un consejo: si os gusta el teatro bien hecho, de calidad, no os perdáis la próxima actuación de TEATRO DE PAPEL. Será en su pueblo, en Llerena, este domingo día 9 a partir de las diez de la noche en el Paseo Cieza de León. No os arrepentiréis, todo lo contrario...
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